Carlos III ya se pidió un día de licencia

Carlos III ya se pidió un día de licencia

Después de depositar el cuerpo de su madre en Westminster Hall, en Londres, el rey Carlos III se retiró a su residencia Highgrove, su lugar en el mundo.

A sus 73 años el rey Carlos III de Inglaterra tuvo que empezar un trabajo nuevo, y nada menos que después de la triste partida de su madre y predecesora, la reina Isabel II. Una semana llena de protocolos, ceremonias y discursos públicos de relevancia histórica dejaron sin energía al nuevo soberano del Reino Unido, que decidió tomarse este jueves para descansar.

La primera semana de reinado de Carlos III fue ajetreada, entre otros motivos, por las dos operaciones que se tuvieron que coordinar para el traslado del cuerpo de su madre, quien falleció a los 96 años en el castillo de Balmoral, Escocia.

En pocos días el nuevo depositario de la corona del Reino Unido viajó 2414 kilómetros, se presentó ante el Parlamento en Londres, se entrevistó con la primer ministra de Inglaterra, Liz Truss, y con la Escocia, Nicola Stirgeon; fue proclamado rey por el Consejo de Adhesión, estuvo de pie en la capilla ardiente de su madre en la Catedran de San Giles en Edimburgo; y se dirigió al pueblo británico y de la Mancomunidad de Naciones.

Durante todos esos compromisos oficiales e impostergables el semblante y el humor del flamante monarca del Reino Unido fue decayendo hasta que se notó la irritación por una pluma que manchó sus dedos con tinta.

La ceremonia más reciente fue el miércoles de esta semana, cuando Carlos III lideró a sus hermanos, hijos y sobrinos en una procesión detrás del féretro de la reina Isabel hasta Westminster Hall, la sala de 900 años dentro del Parlamento británico donde pasará varios días expuesta para que el pueblo la despida.

Para su primer día de licencia Carlos III se retiró a su residencia privada, Highgrove House, ubicada en el sureste de Tetbury en Gloucestershire, Inglaterra. Esa propiedad fue adquirida cuando el actual monarca estaba casado con Lady Diana Spencer, la madre de los príncipes William y Harry, pero hoy en día es su hogar personal con Camila, reina consorte.

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