En las últimas horas otras siete personas murieron en dos nuevos tiroteos registrados en Estados Unidos mientras sigue la polémica por la libre portación de armas.
Otras siete personas murieron en las últimas horas en los Estados Unidos en dos nuevos tiroteos registrados en las ciudades de Houston y Detroit y una vez más la polémica en torno a la libre portación de armas en ese país quedó en medio de la agenda política y mediática.
Lo cierto es que, cada vez que se registra una tiroteo de estas características, el debate vuelve a tomar fuerza, en especial cuando estos episodios de violencia se registran en ámbitos sensibles como escuelas primarias, secundarias o universidades. Sin embargo se trata de una discusión empantanada que no pasa de allí y la libre portación de armas sigue sin ningún tipo de regulación.
De acuerdo con el Gun Violence Archive (El archivo de la violencia con armas) 29.356 personas murieron en los Estados Unidos en episodios que involucran armas de fuego. De esas más de 29 mil muertes, poco más de la mitad, 15.906 fueron catalogados como suicidios y 13.450 fueron asesinatos cometidos en distintas circunstancias, accidentes y muertes cometidas en defensa propia.
Así, en lo que va del año ya murieron 56 personas por día en ese país por el uso de armas de fuego.
Además otras 26.176 resultaron heridas, unas 109 por día.
Entre las víctimas fatales hay 222 chicos de hasta 11 años y 500 resultaron heridos. Mientras que en el grupo de adolescentes de entre 12 y 17 años 890 murieron y 2.485 resultaron heridos.
En junio de este año la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que sus ciudadanos tienen el derecho fundamental de portar armas de fuego en público, en una decisión histórica que impidió a los Estados a restringir con normativas propias a las personas de hacerlo.
El fallo de 6 votos contra 3 anuló una ley de Nueva York que databa de 1913 y requería que una persona demostrara que tenía necesidades legítimas de defensa personal para recibir un permiso de porte de armas, al tiempo que impide a los Estados restringir el derecho de las personas a armarse.
Tras el fallo el presidente Joe Biden se declaró “profundamente decepcionado” por la decisión, que “contradice tanto el sentido común como la Constitución”, según dijo.
A pesar de los crecientes llamados a limitar las armas de fuego tras dos tiroteos masivos que conmovieron al país en mayo, el alto tribunal respaldó a quienes sostienen que la segunda enmienda de la Constitución garantiza desde 1788 el derecho a poseer y portar armas.
Se trata del primer fallo de la Corte Suprema en una década relativo a la Segunda Enmienda y una importante victoria para la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por su sigla en inglés), el poderoso lobby de las armas.
“Es una victoria decisiva para los buenos hombres y mujeres de todo Estados Unidos y es el resultado de una lucha de décadas que ha liderado la NRA”, dijo el vicepresidente ejecutivo de esa asociación, Wayne LaPierre.
“El derecho a la legítima defensa y a defender a la familia y los seres queridos no debe terminar en el hogar”, advirtió.