Raphael Samuel es parte del movimiento Antinatalista, un movimiento ideológico contrario a la procreación. En los últimos años este tipo de tendencias vienen creciendo a nivel internacional.
Tiene 27 años, vive en la India y dice que demandará a sus padres por haberlo hecho nacer sin su consentimiento. El hecho parece absurdo. La propia madre de Raphael Samuel, abogada ella, sostiene que aceptará “la culpa” si su hijo encuentra una explicación racional sobre cómo se podría haber logrado ese consentimiento.
El anuncio fue hecho hace más de dos años. Sin embargo, en estas horas volvió a recorrer las redes sociales. Es que más allá de la idea que propone el joven de India, el antinatalismo crece a nivel internacional. Cada vez son más las personas que se cuestionan el tener hijos.
Concebido esencialmente como un movimiento ideológico, atiende a múltiples variables. Entre las que tienen mayor peso en los últimos años destaca el temor por las consecuencias del cambio climático.
Una reciente encuesta realizada a nivel internacional sindicó que 4 de cada 10 personas no desean tener hijos dado el temor a la creciente crisis que produce el cambio climático.
Fue llevada a cabo y analizada por siete instituciones académicas en el Reino Unido, Europa y los Estados Unidos, incluida la Universidad de Bath, la Universidad de East Anglia y la Oxford Health NHS Foundation Trust. Abarcó a 10.000 jóvenes, de entre 16 y 25 años, en diez países. Los datos recopilados apuntaron a conocer su pensamiento y sentimiento sobre el cambio climático, así como sobre las respuestas gubernamentales.
El estudio, titulado “Las voces de los jóvenes sobre la ansiedad climática, la traición del gobierno y el daño moral: un fenómeno global” da cuenta del malestar que recorre la sociedad frente a la creciente catástrofe que sufre el planeta.
En ese marco, resulta lógico que el mayor protagonismo en las movilizaciones y peleas por el medio ambiente le corresponda a los sectores juveniles. Así quedó demostrado hace pocos días, en las importantes movilizaciones que tuvieron lugar a escala internacional, en el marco de la Huelga Mundial por el Clima.
Aclaremos algo. Las preocupaciones de Raphael Samuel no parecen tener nada que ver con la catástrofe que asola al planeta como consecuencia de la irracionalidad capitalista. Por el contrario, su “demanda” contra sus padres tiene una finalidad mucho más específica y limitada: que le paguen por vivir.