El presidente de Bolivia, Luis Arce, se mostró victorioso tras frustrar el “intento de golpe de Estado” por militares que se apostaron este miércoles por varias horas con tanquetas frente a la sede de Gobierno, en el centro de La Paz, antes de abandonar el lugar.
“Nadie nos puede quitar la democracia que hemos ganado en las urnas y en las calles con sangre del pueblo boliviano. Queremos agradecerles, estamos seguros que nosotros vamos a seguir trabajando”, dijo Arce desde un balcón del Palacio de Gobierno frente a cientos de seguidores.