El duro relato de un comerciante correntino afectado por la faena ilegal: “El abigeato es una realidad y es algo que complica más la situación”

El duro relato de un comerciante correntino afectado por la faena ilegal: “El abigeato es una realidad y es algo que complica más la situación”

Juan Salinas es propietario del matarife “El Quincho”, en la localidad de Tabay. En dialogo con LT7 narró la dura situación que atraviesan como PyMe debido a la competencia desleal que acarrea la comercialización clandestina de carne.

En la localidad de Tabay reside Juan Salinas, quien es propiestario del matarife “El Quincho”. En los ultimos días se vio en la obligación de tirar 1000 kilos de carne, ya que la venta ha disminuido notablemente debido a que no puede competir con los precios que ofrecen carnicerías que comercializan corte obtenidos de la faena ilegal. En comunicación con Punto de Referencia denunció que pese a los multiples esfuerzos llevados adelante, la situación no cesa y se ve potenciada por el abigeato.

“Con la faena ilegal que hay en el pueblo se cae la venta. Venimos reclamando hace dos años y nadie mira nuestros reclamos. Se sabe quiénes son pero yo no puedo andar siguiendo a los carniceros. Nadie se preocupa por nosotros que somos una PyME y nadie nos cuida. Nosotros buscamos los animales y los faenamos en Santa Rosa. Necesitamos tres por lo menos y de ahí faenamos para traer a Tabay. Yo armé una camioneta completamente equipada pero no la pueda usar porque no es rentable”, inició su relato Salinas.

“Hoy hay una gran cantidad de carnicerías ilegales, con una diferencia de 200 pesos el kilo, y la verdad que nosotros no podemos competir. Hemos hecho un reclamo para que se frene la faena clandestina, y tampoco hay bromatología en la zona. Yo no quiero pegarle al PRIAR, porque acá el que se tiene que hacer cargo es el intendente. Tengo todas las notas presentadas desde el mes de abril, cuando presentamos al municipio y al Concejo, y ahora lo hago público. Ahora voy a tener que cerrar mi Pyme porque uno no trabaja para perder. Fui carnicero un tiempo y hace un año y medio que no se puede hacer nada porque la gente prefiere faenar detrás de su casa y no comprarle a un matarife o a un frigorífico”, evidenció el comerciante al afirmar que la zona carece de los controles necesarios para garantizar la comercialización de carne en condiciones sanitarias adecuadas.

“Hoy con todo el dolor del mundo, tuve que tirar 1000 kilos porque se quemó producto del frío y aunque no esté en malas condiciones no puedo venderlas. Te da mucha bronca porque uno paga y tiene todo en condiciones y no te dan garantías. Yo tengo frigorífico una vez por semana y ahí tengo que comprar para toda la semana, y hay gente que compra vacas baratas y eso es lo que complica todo. Hoy el abigeato también es una realidad y es algo que complica mucho más la situación”, explicó al hacer referencia que existen casos en los que tanto delincuentes rurales como carniceros hacen acuerdos para conseguir cortes a bajo costo, aún con el riesgo que esto significa para los consumidores.

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