Luis Niveiro: “El arte no es un lujo, sino una forma de vivir, articulada con la ética y la política para preservar la dignidad humana”

Luis Niveiro: “El arte no es un lujo, sino una forma de vivir, articulada con la ética y la política para preservar la dignidad humana”

EQUIDAD, IGUALDAD Y DIVERSIDAD. Con un discurso profundo y reflexivo, Luis Niveiro dejó un mensaje claro sobre la importancia del arte, la educación y la libertad en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

El artista visual y fundador del Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes (Ñandé MAC), reflexionó al ser honrado con el premio al Mérito Civil sobre la importancia de asumir riesgos para construir historia. Subrayó que la libertad debe construirse con curiosidad, conocimiento y responsabilidad, y destacó el papel fundamental de los museos como espacios democratizadores. Recalcó que el arte es una necesidad social, y su poder para transformar a las personas y modificar a la comunidad, con la verdad y la belleza.

El reconocido artista visual, coleccionista, y fundador de Ñande MAC, Luis Niveiro, recibió en un emotivo acto en la Legislatura de Corrientes, el Mérito Civil otorgado por el Supremo Consejo Federal del Grado 33 para la República Argentina, distinción con la que la organización destacó su valioso aporte a las Bellas Artes y su compromiso con la cultura y la educación.

En su discurso de aceptación, Niveiro reflexionó sobre la esencia filantrópica de su causa, y sobre la importancia de sumir riesgos para construir la historia, resaltando cómo un grupo de amigos decidió emprender un proyecto que hoy empieza a hacer historia: El Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes.

“Sin riesgo no hay historia”, afirmó Niveiro para recordar que la existencia humana precede a la esencia, remarcando que es a través de la libertad y el hacer para los demás que se define quiénes somos.

“Sin riesgo, no hay historia. Un grupo de amigos, ciudadanos correntinos, arriesgamos en un proyecto que hoy, creemos, está comenzando a hacer historia. La existencia del ser humano precede a la esencia; es decir, primero existimos y luego definimos quiénes somos. Este grupo de amigos ha decidido ser libres mediante la construcción de un proyecto. Somos eso: ejercemos nuestra libertad en el hacer y en el hacer para el otro, pero bajo un paraguas de protección y responsabilidad, y por allí vamos”, sostuvo.

Niveiro destacó que la libertad se construye a través de la curiosidad, que lleva al conocimiento, y este, a través del error y la duda, acerca a la humanidad a sus objetivos. Aunque el camino no es fácil, el verdadero tiempo no es estar en la cima, sino levantarse tras cada caída, aprendiendo con amor y pasión. “Cuando algo se hace por los demás y es útil, algo interno nuestro se modifica”, expresó.

“No obstante, la libertad se construye. Primero, con ser curioso en la vida. La curiosidad nos lleva al conocimiento, que, a través del error y la duda, intentamos alcanzar. Esa meta del conocimiento nos hace más libres. Sin embargo, no es fácil. El verdadero reto no es llegar y estar arriba, sino levantarse cada vez que uno cae, aprendiendo con amor y pasión en ese proceso de hacer. Cuando algo se hace por los demás y es útil, algo interno en nosotros se modifica”, indicó.

El artista mencionó la importancia de soñar y nunca perder de vista que vivir es una oportunidad. “El mundo cambia en el hacer, con el ejemplo, no con la opinión”, subrayó, enfatizando la necesidad de concretar acciones y utilizar tanto la riqueza como lo valioso en la construcción de proyectos.

“Cuando se aprobó la ley, expresé: “Hace un año se materializó un sueño; ahora necesitamos un millón de soñadores para seguir construyendo el proyecto. Los proyectos no terminan nunca. Ya estamos pensando en expandir el museo”. Entonces, lo primero es soñar, sin perder de vista que vivir es una oportunidad. El mundo cambia con el hacer, con el ejemplo, no con la opinión. Las cosas deben hacerse, concretarse. Debemos utilizar la riqueza y lo valioso; la riqueza proviene de lo que existe, y lo valioso, de lo que no existe”, resaltó.

EL PROYECTO

El discurso giró en torno al proyecto del Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes (Ñandé MAC), y a su meta de enaltecer los valores del arte, la cultura, la educación, y la formación cívica, en tolerancia, diálogo, libertad y pensamiento crítico.

“¿Qué necesita como estímulo el ser humano?”, interpeló el artista visual, expresando. “Curiosidad, pensamiento crítico, creatividad, trabajo en equipo, comunicación, amor en lo que hacemos, pasión, empatía y confianza en el grupo. Ahora bien, es a partir de la palabra que se construye el conocimiento. Educar no es adoctrinar, sino aprender a pensar por uno mismo. Un país no es rico por tener petróleo, alimentos o tierras fértiles, sino porque tiene educación. Un pueblo educado es un pueblo rico”, afirmó.

“La música, la educación física, las artes plásticas y las matemáticas posibilitan aprender cualquier cosa. La educación desarrolla la imaginación, que es más importante que el conocimiento”, sostuvo, señalando: “La imaginación es infinita, mientras que el conocimiento es limitado. La lógica te lleva del punto A al punto B, pero la imaginación te lleva a todos lados. La educación tiene que ver también con el hacer; si hay voluntad en el hacer, hay camino. Educar también es convertir a alguien en persona. Debemos educar para cooperar y ser solidarios, entonces habrá paz. Si educamos solo para competir, educaríamos para la guerra, como dijo María Montessori”. “Y para aquellos que piensan que la educación es cara, los invito a invertir en la ignorancia”, remarcó.

EL MUSEO Y EL ARTE

En ese sentido, Niveiro resaltó el papel fundamental de los museos como espacios democratizadores y de justicia social y al arte por su necesidad social y su capacidad para modificar a las personas.

Remarcó que el arte no es un lujo, sino una forma de vivir y que debe estar articulado con la ética y la política para preservar la dignidad humana.

“¿Por qué el museo? Primero, porque hay un acervo patrimonial fundacional de obras donadas. Además, en los museos muchas veces no nos sentimos representados, y eso hay que cambiarlo. En ellos, por lo general, se cuenta la historia de los vencedores y no se escucha el relato de los vencidos. Sin embargo, eso está cambiando. Así, el museo contemporáneo se ha convertido en un lugar democratizador, donde se piensa, se reflexiona y se disiente. También se ha transformado en un instrumento de justicia social”, afirmó.

“El museo tiene un rol importantísimo en la memoria de la humanidad, para construir un recorrido de lectura e interpretación. Recordando a Borges, que decía: “La memoria es porosa al olvido”. El arte, como leí en algún lugar, nos entrega la belleza. Y el museo nos deslumbra con la verdad. El museo es un lugar donde se escucha y se es escuchado. Es un lugar donde se altera la templanza, se promueve el desequilibrio y se quebranta el apego a lo racional. El museo puede ser un refugio emocional donde la gente puede dar rienda suelta a sus emociones, como afirmaba William Reddy. Las emociones, además, son cruciales para el aprendizaje y ayudan a la consolidación de la memoria. El museo es una ventana abierta tanto a lo durable como a lo efímero, a la belleza como al espanto”, reflexionó.

“Preguntémonos: ¿Por qué el hombre necesita del arte? El arte es una necesidad social. Debemos aprender a educar al otro en el arte. El arte no es un lujo dentro del concepto de cultura. Durante la pandemia, nos dimos cuenta de cuánto lo necesitamos. Si el arte modifica a las personas, seguramente los museos modificarían a la comunidad”, interpeló el fundador de Ñande MAC.

“El arte estimula la capacidad de asombro y reivindica la curiosidad. Es una forma de vivir, no un medio de existir. El arte, la ética y la política deben articularse en una misma dirección para que la dignidad del hombre no se degrade en el campo de la corrupción. Bertolt Brecht decía: “El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma”, sostuvo.

LOS ARTISTAS, EL ACTO DE DONAR Y LA GRATITUD

Niveiro también habló sobre el papel central de los artistas en la sociedad, destacando su capacidad para hacer visible lo invisible y explorar territorios límites. Señaló que en este siglo XXI, la creatividad de los artistas se convertirá en una nueva experiencia con la tecnología, invitando a la sociedad a razonar más y de manera diferente, sin perder la emocionalidad.

El artista finalizó su discurso reflexionando sobre el acto de donar y la gratitud. “El donar no es decir adiós, es decir gracias”, citó a Melanie Melhem, destacando que el acto de donar no es regalar, sino compartir. También recordó a Cicerón al decir que “la gratitud es la madre de todas las virtudes”, y concluyó enfatizando la importancia de la libertad como valor supremo después de la vida.

“A mi entender, los artistas deben estar en el centro de la sociedad. Los artistas hacemos o tratamos de hacer visible lo invisible. Es importante tener presente que el artista incursiona en territorios límites, donde otros no se atreven. El artista muchas veces incomoda, y así debe ser. Además, hay que reconocer que en todas sus actividades hay generosidad. En este siglo XXI, necesitamos nuevos rituales. En los momentos de espera o de transición, se generan grandes acontecimientos, y los artistas intuyen esos momentos del porvenir, adelantándose al tiempo. La creatividad de los artistas va a pasar a ser, o ya es, una nueva experiencia con la tecnología; vamos a ser otra persona, vamos a definir otro concepto del mundo y de la humanidad. Nos invitará a razonar más y distinto, sin perder la emocionalidad como seres que somos”, remarcó.

“En la vida, todo es temporal. Somos dueños de las cosas materiales temporalmente. Liberarnos de las cosas es importante porque permite que entren otras nuevas. Con respecto a desprendernos de algo, debemos confiar en que, si algo desaparece de nuestras vidas, igualmente podemos ser felices. Para donar, es esencial estar bien predispuestos y desear hacerlo; de lo contrario, podemos caer en el efecto rebote. Todo lo que acumulamos en algún momento fue esfuerzo, tiempo y dinero. Es una reflexión. Donar no es decir adiós, es decir gracias, como señaló Melanie Melhem. El acto de donar no es regalar, sino compartir”, sostuvo.

“Según Cicerón, la gratitud es la madre de todas las virtudes. Es la mayor de todas las virtudes, si no la mayor de todas las verdades. Nuestras virtudes y nuestros defectos son inseparables; cuando se separan, el hombre deja de existir. En estas épocas, hay personas que no piensan como las demás, es decir, que no piensan como los que no piensan, según Marguerite Yourcenar. No hay libertad sin necesidad de pensamiento, como no hay belleza sin el pensamiento de la belleza. Y para terminar, para mí, después de la vida, lo más importante, a mi humilde entender, es la libertad”, concluyó.