Estaba prófugo desde febrero y murió en un tiroteo con fuerzas federales en la noche del domingo en la localidad de Itatí. Agentes de la Federal lo venían siguiendo. Tras el enfrentamiento además tres policías resultaron heridos de bala.
En febrero de 2023 fue la segunda vez que Federico Sebastián Marín, alias Morenita, uno de los capos narco de Itatí, Corrientes, lograba esfumarse. Pero, esta vez, su desaparición abrió dudas. Es que este correntino de 34 años, condenado por narcotráfico, habría huido de su propia casa, porque desde noviembre gozaba de la detención domiciliaria, y además, estaba bajo el régimen de protección de testigos, ya que el testimonio que prestó en las dos causas en las que declaró involucró a funcionarios, jueces, policías federales y provinciales, y gendarmes.
Morenita vivía con sus cinco hijos y su pareja con otra identidad, uno de los requisitos del programa de protección de testigos. Como estaba detenido en su nuevo domicilio, también tenía una tobillera electrónica, que controlaba si violaba el radio donde debía permanecer para cumplir con la condena. Por eso, investigadores judiciales dudan de la fuga de Marín, porque él mismo estuvo durante más de dos años solicitando que le otorgaran la prisión domiciliaria, algo que le concedieron en noviembre pasado. Hasta ese momento estuvo preso en el penal de Marcos Paz. Parece fuera de toda lógica que cuatro meses después se escape, señalaron fuentes de la investigación.
“No sabemos si se fue por decisión de él o alguien le hizo algo. Varios se la tenían jurada”, dijo un investigador.