La cámara que nuclea a las agencias solicitó que el valor de referencia sea la de Infinia de YPF. De aplicarse esta medida, la bajada de bandera debería reducirse de $ 350 a $ 266, según los precios actuales.
La tarifa mínima del remís aumentó hace apenas unos días a $ 350 en la ciudad, aunque no todas las empresas aplicaron el incremento. Esto, sumado a un desfasaje que viene de arrastre, hizo que la bajada de bandera no se encuentre unificada y se generen controversias respecto de cuál debería ser el precio del servicio. En este sentido, hay distintos puntos de vista dentro del mismo sector de los trabajadores del volante y algunos plantean la necesidad de una regulación al respecto.
La Cámara Argentina de Remises propone que el precio de la bajada de bandera del servicio se rija por el valor del combustible; algo que estuvo en su momento estipulado por ordenanza, pero que nunca llegó a aplicarse. De esta manera, la tarifa mínima debería bajar. Argumentan que esta medida generaría una mayor transparencia, la unificación y confianza por parte de los usuarios.
“Llegamos al consenso de trabajar en el cuadro tarifario y eso es lo que se plasmó en la ordenanza, buscamos una normalización y que se regule de una vez por todas”, dijo Martín Soto, representante de la Cámara Argentina de Remises, en diálogo con radio Sudamericana.
“Lo que planteamos fue poner el valor del litro de combustible premium de YPF”, explicó el referente del sector. De esta manera, la cámara que nuclea a los representantes del rubro sostiene que el valor de la tarifa mínima no debería estar por encima del litro de nafta Infinia; es decir, $ 266 a precios actuales e ir ajustándose ante cada incremento. Esto es casi $ 100 menos de lo que cobran hoy los remises.
Soto opinó que las agencias que no cumplan con esta normativa “deberían recibir una sanción por parte del ente regulador, que vendría a ser la Subsecretaría de Transporte”. Agregó además que los que terminan siendo perjudicados con el esquema actual son los usuarios, que no pueden calcular cuánto les saldrá un viaje, puesto que cada empresa tiene un cuadro tarifario diferente.
Viajes
Además de la bajada de bandera, otro tema en discusión por esto días es cómo se aplican los precios en el resto del cuadro tarifario. En general, los remiseros tratan de que los viajes más largos tengan incrementos menores en términos porcentuales para evitar que el costo para el usuario se dispare y eso genere una merma en la demanda.
Desde algunos sectores creen que los autos tienen un mayor desgaste en los traslados más extensos, y que en definitiva son en esos viajes en los que los remiseros pueden generar una mejor rentabilidad. Por eso, piden estudiar y readecuar todo el cuadro completo con la intención de que sea más justo para el pasajero y más beneficioso para el chofer.
Regulación
El Concejo Deliberante capitalino aprobó a fines del año pasado una ordenanza que regula el transporte privado en general. Además de habilitar el funcionamiento de plataformas como Uber, lo que hace es tratar de equiparar condiciones y darles algunos beneficios a remiseros y taxistas.
Aunque por el momento se desconoce si la norma está en vigencia, lo cierto es que las condiciones deberían ir cambiando al menos paulatinamente. Uno de los puntos clave fue la extensión del plazo máximo de antigüedad permitido para que los vehículos presten el servicio. Así, pasó de 10 a 12 años con la intención de dar cierto alivio a los trabajadores del sector, muchos de los cuales se encontraban al borde de la ilegalidad con autos que son modelo 2013 o 2014.
De esta manera, cuentan con un margen de tiempo para poder renovar el móvil, algo que viene siendo uno de los principales motivos de preocupación en los últimos años. Casi no hay autos que cuesten menos de $ 4 millones en la Argentina y los planes de ahorro plantean intereses y subas mensuales que resultan muy difíciles de afrontar en un contexto de crisis económica y altos índices de inflación.