Rosita Alegre trabajó toda su vida para poder mantener a su familia. Cuando todos crecieron, aprovechó para estudiar y recibirse de la carrera de sus sueños.
Con 73 años, Rosita Alegre se recibió de abogada en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y se transformó en un ejemplo de vida para muchos jóvenes estudiantes, quienes fueron sus compañeros en la Facultad. “Siempre fue la carrera de mis sueños”, aseguró Rosita al móvil de LT7.
La mujer trabajó toda su vida como docente para mantener a su familia y afirmó que, cuando todos crecieron lo suficiente, aprovechó para comenzar a estudiar. Al ingresar en la Facultad de Derecho de la UNNE, el cursado era presencial, aunque por la pandemia comenzaron con la virtualidad. “Hay que tener predisposición para las dos modalidades”, dijo Rosita.
La abogada destaca el rol de sus compañeros, su familia y sus amigos en este logro. “Los compañeros son excelentes. Me han dado todo su apoyo y protección. Me demostraron su cariño y respeto todo el tiempo”, declaró.
Sobre su gran logro, Rosita asegura que le llena el alma y el espíritu. Además, afirma que quiere devolverle a la Universidad, a su familia y a sus amigos todo lo que dieron por ella.